Una revisión Cochrane actualizada, publicada recientemente en la Biblioteca Cochrane, sugiere que recordar a las personas cuándo es su fecha de vacunación, o si ya ha pasado, aumenta el número de personas vacunadas.

Las tasas de vacunación frente a enfermedades infecciosas en niños y adultos están mejorando, pero continua existiendo un problema de infravacunación que da como resultado enfermedades y muertes prevenibles con vacunación. En Europa, se informaron 11 316 casos de sarampión en 2012 y se estima que cada año se producen de 4 a 50 millones de casos sintomáticos de gripe. 

Los recordatorios pueden enviarse a pacientes, padres o tutores, o a poblaciones enteras indicando cuándo es su fecha de vacunación, ya sea por edad o por otros factores de riesgo. Un segundo recordatorio se envía cuando se ha pasado la fecha de vacunación. Estos recordatorios pueden realizarse por correo postal, llamada telefónica, llamada telefónica por ordenador o por mensaje de texto. Estos mecanismos abordan las razones habituales por las que las personas no acuden a vacunarse, como pueden ser olvidarse de la cita, no conocer los calendarios de vacunación y tener dudas acerca de la vacunación. Para que los recordatorios tengan éxito, los registros de vacunación y la información de contacto debe ser exacta y estar actualizada, los recordatorios deben ser legibles y los servicios de vacunación deben ser accesibles.

Un equipo de investigadores Cochrane ha actualizado una revisión sistemática que resume los resultados de 75 estudios de 10 países que incluyeron 55 estudios con 138 625 niños, adolescentes y adultos. Algunos estudios contribuyeron a más de una comparación de la revisión porque llevaron a cabo intervenciones en más de una población de interés. Hubo 29 estudios sobre recordatorios de la vacunación triple vírica SPR o la vacuna contra la polio en bebés y niños, 24 estudios de vacunación contra la gripe en adultos, 12 estudios de la vacunación de adolescentes, 8 estudios de la vacunación sistemática en adultos contra el tétanos o la hepatitis B y 5 estudios de la vacunación contra la gripe en niños. De estos estudios, 58 se realizaron en EE. UU. y el resto se llevaron a cabo en Australasia, Europa y África.

Los estudios observaron los recordatorios realizados por carta, llamada telefónica, llamada telefónica por ordenador, mensaje de texto o una combinación de todos estos formatos, y los compararon con ningún tipo de recordatorio, actividades en los medios de comunicación con el objetivo de promover la vacunación o simples campañas por la vacunación basadas en la práctica general.

Los investigadores de Cochrane hallaron que los sistemas de recordatorios aumentan el número de niños y adultos que reciben cualquier tipo de vacunación. Recordar a la gente que se acerca la fecha de vacunación probablemente aumente el número de personas que se vacunan. Según los resultados obtenidos por combinar estudios en adultos y en niños, un 8% más de personas se vacunaron tras recibir un recordatorio en comparación con aquellas personas que no recibieron ningún recordatorio. Se hallaron resultados parecidos en niños y adultos al analizarlos por separado. Los investigadores señalaron una variación en los resultados de los estudios, y la diferencia en el efecto de los recordatorios podría variar según el contexto.

Existen pruebas de alta calidad de que las tarjetas postales, los mensajes de texto y las llamadas telefónicas por ordenador son métodos efectivos para enviar recordatorios.

La autora principal de la revisión, Julie Jacobson Vann de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Carolina del Norte  comentó: «Las pruebas muestran que recordar a la gente que debe vacunarse aumentan la cantidad de personas que se vacunan. Es probable que cualquier tipo de recordatorio sea efectivo; el que más fue el recordatorio por llamada telefónica. Incluso un efecto pequeño de los recordatorios a pacientes, al extenderlo a la población total, podría tener un gran efecto beneficioso sobre la salud pública».

«Tenemos la tecnología necesaria para incorporar los recordatorios a pacientes en la atención primaria habitual. Los sistemas de recordatorios deben adaptarse a cada contexto para ampliar al máximo su efectividad; por ejemplo, los recordatorios telefónicos personales son efectivos, pero también pueden ser más caros que otros métodos».

«A medida que se desarrolla la tecnología, debemos considerar cómo puede esta mejorar las intervenciones de recordatorio. Por ejemplo, debemos aprender más sobre las características de las intervenciones centralizadas y por mensaje de texto más efectivas».